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Ilustración Violeta Lópiz |
En 2º estamos leyendo el libro" Un camello en la cornisa" dentro del plan lector.
Aquí podéis ver la portada del libro y leer las primeras páginas.
Nos llamó la atención que el camello tuviera una sola joroba, (según buscamos, son los dromedarios los que tiene una), así que para aclarar esta cuestión nos pusimos, a través del correo electrónico, en contacto con la ilustradora del libro que se llama Violeta Lópiz .
Aquí os copiamos parte de su respuesta:
"Os cuento un poco. Yo tambien tuve el mismo problema pero al revés. Tenía un texto que ilustrar que hablaba de un camello, cuando busqué en mis recuerdos no vi camellos, sino dromedarios. Mis figuritas de plástico para el Belén tenían una joroba. Cuando miré otras ilustraciones de otros autores también vi dromedarios. Estaba muy confusa. Busqué en libros que me pudieran dar referencias, y encontré varias cosas.
En el diccionario encontré que el dromedario también es llamado camello arábigo (Camelus dromedarius)."
Leyó libros, leyendas e historias y al final se convenció que deberían ser dromedarios y no camellos los animales de los Reyes Magos ( los dromedarios son más rápidos también).
Además nos ha mandado un cuento, que copiamos aquí abajo:
Había una vez tres camellos y sus amos que eran los tres reyes magos, y también había un dromedario que estaba siempre sólo.
Los camellos no le querían porque únicamente tenía una joroba en su espalda y no dos como ellos:
- "¡Medio camello!", le decían, y le espantaron.
Pero he aquí que una tarde los tres reyes magos entraron deprisa en el establo, empujaron a los camellos hacia afuera y se marcharon rápido siguiendo a una gran estrella que había en el cielo.
El dromedario se quedó sólo y triste, pero de repente un angel apareció en el establo que le hablaba:
- "¡Qué reyes tan despistados!" decía enfadado, mientras aguantaba bajo las alas tres paquetes muy bien envueltos, "¡Se han olvidado los regalos! "Tú se los llevarás". "Sigue a la estrella y alcanza a los camellos; a medianoche todos tenéis que estar en Belén".
- "Pero está muy lejos", se quejó el dromedario.
- "Es verdad", le respondió el angel. "Pero los camellos tienen que cargar con dos jorobas en su espalda y tú, dromedario, sólo con una, y, por lo tanto, eres más rápido".
El dromedario agradeció que alguien alabara lo que los camellos siempre le reprochaban. Se apuró a iniciar el viaje y, mientras corría, los paquetes en su joroba se entretenían probando un truco de magia que habían aprendido de los reyes: vertieron sobre el dromedario, el oro, el incienso y la mirra que llevaban dentro.
A las puertas de Belén el dromedario alcanzó a los reyes. Los tres camellos, sucios y cansados, admiraron aquel magnífico animal que se les acercaba: su pelo era dorado y desprendía un olor fesco a mezcla de incienso y mirra.
Aquella noche, cuando los reyes hicieron la ofrenda de sus regalos, hubo detrás de ellos un dromedario y no tres camellos.
Muchas gracias, Violeta, por contestarnos y por este bonito cuento.
Si queréis saber más sobre las ilustraciones que hace Violeta pincha aquí